INTEGRIDAD.
Hacer
lo
correcto
ante
las
diferentes
circunstancias
en
las
que
nos
encontremos.
Elemento
que
no
nos
deja
quedarnos
en
un
mismo
lugar
sino
que
nos
motiva
a
seguir
adelante
haciendo
las
cosas
lo
mejor
que podamos a no darnos por vencidos.
EXCELENCIA.
Ser
buenos
realizando
nuestras
actividades
de
manera
óptima
haciendo
las
cosas
bien
sin
excusas.
Es
un
impulso
para
ser
mejor
cada
día
en
lo
que
amamos
y
nos
apasiona,
sin
competir
con
otros,
sino
por
ponernos en reto a nosotros mismos para crecer.
AUTENTICIDAD.
Hacer
las
cosas
legalmente,
de
manera
original
y
certificando
sus
antecedentes
para
dar
fe
de
sus
resultados.
Es
la
verificación
de
lo
que
se
hace,
lo
que
demuestra
que
obramos
de
manera
correcta.
Viviendo conscientemente, con una marca propia sobre lo que hacemos.
COMPROMISO.
Firmeza
inquebrantable
por
cumplir
o
hacer
lo
que
nos
hemos
propuesto,
implica
el
máximo
en
una
labor,
poniendo
todas
sus
capacidades
para
conseguir
llevar
a
cabo
una
actividad
o
proyecto
y
de
este modo aportar con su esfuerzo para el normal funcionamiento la organización.
DINAMISMO.
Adaptarnos
al
entorno,
a
las
situaciones,
condiciones
y
dificultades
para
salir
triunfantes
en
toda
ocasión.
Ser
flexibles
y
tener mente
abierta para
lo
nuevo,
lo
que
funciona
y
lo
que
marca
la
diferencia
en
un
mundo revolucionado.
PROACTIVIDAD.
Asumir
el
pleno
control
de
nuestra
conducta
vital
de
modo
activo,
lo
que
implica
la
toma
de
iniciativa
en
el
desarrollo
de
acciones
creativas
y
audaces
para
generar
mejoras,
implica
asumir
la
responsabilidad
de
hacer
que
las
cosas
sucedan.
Buscar
respuestas
a
problemas
de
difícil
solución
en
vez
de
esperar
a
que
suceda
algo.
No
se
limita
a
efectuar
las
actividades
que
son
solicitadas
sino
que
crea
nuevas
oportunidades
por
medio
de
la
búsqueda
de
información.
Adapta
su
manera
de
hacer
a
las
condiciones
del
entorno.
Tiene capacidad para subordinar los impulsos a los valores
RESPONSABILIDAD.
Cumplir
con
lo
comprometido,
reflexionar,
administrar,
orientar
y
valorar
las
consecuencias
de
nuestros
actos,
siempre
en
el
plano
de
lo
moral.
Una
vez
que
pasa
al
plano
ético
(puesta
en
práctica),
se
establece
la
magnitud
de
dichas
acciones
y
de
cómo
afrontarlas
de
la
manera
más
positiva
e
integral.
Actuar conscientemente siendo la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido.
RESPETO.
Aceptar
a
otros
tal
y
como
son,
aún
cuando
no
estemos
de
acuerdo
con
ellos.
Tratar
a
los
demás
bien,
con
educación
y
cordura
sin
importar
quiénes
sean,
si
nos
caen
bien
o
si
no
somos
acordes
a
su
personalidad
y mentalidad.
SEGURIDAD.
Autoconfianza,
saber
en
nuestro
interior
que
podremos
estar
bien
en
cualquier
situación,
saber
que
contamos
con
nosotros
mismos
para
cuidarnos
y
caminar
aún
por
lugares inhóspitos con
la
fe
en
nuestro ser de que podremos pasar obstáculos y llegar a la meta.
IMPARCIALIDAD. Estar libre de prejuicios, abstenerse de consideraciones subjetivas y centrarse en la
objetividad de un asunto al realizar un juicio.
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